
El nombre de castaña puede derivar de la ciudad griega del siglo V a.C: Kastania. Aunque también se afirma que la palabra puede tener raíces indoeuropeas derivando de la palabra "Kas", de cortar, por los pelos de sus erizos. Se dice, además, que el castaño podría haber sido explotado por los griegos hace más de 2.500 años y después extendido al resto del mundo latino por los romanos.
Las castañas desde el mundo activo eran consumidas por el pueblo rural, que las recolectaba para comer en el momento o para conservarlas secas; sin embargo, no se utilizó en ellas la agricultura más avanzada.
Con la llegada de la patata y el maíz en el siglo XVI, la castaña fue alimento de supervivencia. Aún en el siglo XX, en el norte de España la época de recolección de la castaña llegó a convertirse en una fiesta. Esta fiesta es la del Magosto. La fiesta se celebra a finales de octubre o principios de noviembre, siendo el fuego y las castañas los principales protagonistas.